Letras de tango
Leguisamo solo
Música: Modesto Papavero
Letra: Modesto Papavero
Alzan las cintas; parten los tungos
como saetas al viento veloz...
Detrás va el Pulpo, alta la testa
la mano experta y el ojo avizor.
Siguen corriendo; doblan el codo,
ya se acomoda, ya entra en acción...
Es el maestro el que se arrima
y explota un grito ensordecedor.

¡Leguisamo solo!
gritan los nenes de la popular.
¡Leguisamo solo!
fuerte repiten los de la oficial.
¡Leguisamo solo!
ya está el puntero del Pulpo a la par.
¡Leguisamo al trote!
y el Pulpo cruza el disco triunfal.

No hay duda alguna, es la muñeca,
es su sereno y gran corazón
los que triunfan por la cabeza
en gran estilo y con precisión.
Lleva los pingos a la victoria
con tal dominio de su profesión
que lo distinguen con mucha gloria,
mezcla de asombro y de admiración.

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Lejana tierra mía
Música: Carlos Gardel
Letra: Alfredo Le Pera
(canción)
Lejana tierra mia
bajo tu cielo,
bajo tu cielo,
quiero morirme un dia
con tu consuelo,
con tu consuelo.
Y oir el canto de oro
de tus campanas
que siempre añoro;
no se si al contemplarte
al regresar
sabre reir o llorar...

Silencio de mi aldea
que solo quiebra la serenata
de un ardiente Romeo
bajo una dulce luna de plata.
En un balcon florido
se oye el murmullo
de un juramento,
que la brisa llevo con el rumor
de otras cuitas de amor.

Siempre esta
el balcon
con su flor
y su sol...
Tu no estas, faltas tu...
Oh! Mi amor...

Lejana tierra mia
de mis amores,
como te nombro
en mis noches de insomnio
con las pupilas
llenas de asombro...
Dime, estrellita mia,
que no son vanas mis esperanzas;
bien sabes tu... que pronto he de volver...
a mi viejo querer.

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Levanta la frente
Música: Agustín Magaldi
Letra: Antonio Nápoli
Levanta la frente. No escondas la cara.
Enjuga tus lágrimas, échate a reír.
No tengas vergüenza, a tu rostro aclara;
¿por qué tanta pena?, ¿por qué tal sufrir?
Ya sé que tu falta será para el mundo
escándalo, risa, placer y baldón;
mas yo soy tu hermano, y al ser juez me fundo
según los dictados que da el corazón.

No es falta la falta de dar luz a un niño:
la ley de dar frutos es ley de la flor...
No peca quien brinda la fe del cariño,
ni es crimen el darse confiada al amor.
Malvado es el hombre que infiere la ofensa;
infame es el hombre que bebe y se va,
y deja en la fuente, la flor y no piensa,
no piensa siquiera que un ser nacerá.

Acércate, hermana; no llores, no temas;
la ley de ser madre es ley natural;
las madres son diosas con santas diademas,
ya cumplan o violen la norma legal.
La madre casada, la madre soltera...
son todas iguales: son una, no dos;
lo nieguen las leyes, lo niegue quien quiera,
¡son todas iguales delante de Dios!

¡No llores, hermana!... Ya ves... te comprendo.
De nada te culpo, mi afecto te doy;
mi casa, mis brazos, mis puños te ofrendo;
del hijo que traes cual padre ya soy.
No temas, hermana; tendrás mis ahorros,
tendrás todo aquello que aquí dentro ves...
Tu buena cuñada me dio dos cachorros;
de cuenta haré, hermana, que ya tengo tres.

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Llevátelo todo
Música: Rodolfo Sciammarella
Letra: Rodolfo Sciammarella
Vení, hermano, debo hablarte
que en mi pecho hay mucha bronca
y una pena que hace rato
que no puedo desahogar.
Vení, hermano, no te asombres,
yo te vi la noche aquella
que chamuyabas con ella,
muy bajito, no sé qué.

Porque yo la quiero mucho...
Vos sabés cómo la quiero...
Que no sé cómo resisto
a la horrible tentación
de ahogarla entre mis brazos,
de partirte a vos el pecho...
Pero no... Vos sos derecho,
tan derecho como yo...

Cumplí con tu deber,
que es triste, muy triste,
pelear entre hermanos
un mismo querer.
Llevátelo todo,
mis pilchas, mi vento,
pero a ella dejála
porque es mi mujer...

Si te deschavan tus ojos,
tu voz que está emocionada;
si comprendo claramente
que vos mucho la querés.
mas te ruego que seas hombre,
que luchés con entereza
y respetés con nobleza
la amistad que te brindé.

Yo que siempre te he confiado
todo cuanto había en mi vida,
los secretos más sagrados
que un hombre puede confiar.
Vos también me has confesado
todo tu triste pasado...
¡Si nunca te he traicionado,
no me debes traicionar!

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Lloró como una mujer
Música: José María Aguilar
Letra: Celedonio Flores
(recitado)
Cotorro al gris. Una mina
ya sin chance por lo vieja
que sorprenden a su garabo
en el trance de partir,
una escena a lo Melato
y entre el llanto y una queja
arrodillada ante su hombre
así se lo oyó decir:

Me engrupiste bien debute con el cuento ‘e la tristeza,
pues creí que te morías si te dejaba amurao...
Pegabas cada suspiro que hasta el papel de la pieza
se descolaba de a poco hasta quedar descolgao.

Te dio por hacerte el loco y le pegaste al alpiste,
te piantaron del laburo por marmota y por sobón...
Yo también al verte enfermo empecé a ponerme triste
y entré a quererte, por sonsa, a fuerza de compasión.

Como quedaste en la vía y tu viejo, un pobre tano,
era chivo con los cosos pelandrunes como vos,
me pediste una ayuda entonces te di una mano
alquilando un cotorrito por el centro pa’ los dos.

Allá como a la semana me mangaste pa’ cigarros,
después pa’ cortarte el pelo y pa’ ir un rato al café;
una vez que discutimos me tiraste con los tarros,
que si no los gambeteo estaba lista, no sé...

Te empezó a gustar el monte y dejaste en la timba
poco a poco la vergüenza, la decencia y la moral,
como entró a escasear el vento me diste cada marimba
que me dejaste de cama con vistas al hospital...

¿Decime si yo no he sido para vos como una madre?
¿Decime si yo merezco lo que me pensás hacer?
Bajó el bacán la cabeza y él, tan rana y tan compadre,
besándole los cabellos lloró como una mujer.

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Lo han visto con otra
Música: Horacio Pettorossi
Letra: Horacio Pettorossi
Lo he visto con otra, te han dicho esta tarde;
lo han visto con otra, ¡con una mujer!
Que no lo querías, hacías alarde,
y hoy confesabas tu hondo querer.
Ya ves, vecinita, lo ingrata que has sido,
ayer te burlabas de su pobre amor,
pero hoy una amiga te ha dicho al oído:
Lo he visto con otra, y llorás de dolor.

Tango, tango,
vos que fuiste el amigo
confidente de su amor.
Tango, tango
hoy precisa de tu ayuda
para calmar su dolor.
Tango, tango,
vos que estás en todas partes,
esta noche es la ocasión,
de que llegue hasta su reja
el eco de una queja
de un triste bandoneón.

¡Yo tengo una pena que llevo en el alma
por una perversa que no sé olvidar!,
sus ojos muy negros robaron mi calma
y sufro en silencio. ¡Yo no sé llorar!...
Ya ves, yo no tengo tampoco alegría,
por eso me apena de verte sufrir.
¡También en mis noches, tan tristes y frías,
las horas son largas!... No puedo dormir.

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Lo que vos te merecés
Música: Carlos Olmedo
Letra: Abel Aznar
¡Que querés, no te esperaba!
Perdoname la franqueza
porque desde que te fuiste
no pensaba verte más.
Y hoy que honrás con tu presencia
la miseria de esta pieza,
la sorpresa del encuentro
la podés imaginar...

Perdoná, no me di cuenta,
casi ni te di la mano.
Si querés quedarte un rato
sin ninguna pretensión,
poco tengo pa' ofrecerte,
no sabés como he quedado,
si estoy dando lo que he dado
pa' pagar mi metejón

Y vos, estoy seguro
que habrás echado buena
y que te dio vergüenza
entrar en el bulín.
Ya no andarás cuerpeándole
al hambre y a la pena.
Tu vida noche y día
será un solo festín

Me alegra que hayas vuelto
después de todo un año
con ese vestidito
que yo te regalé.
Tu lujo, tus alhajas,
me hubieran hecho daño
¡Qué bien que te has portado,
volviendo como ayer!

¿Qué tenés? ¿Estás llorando?
No te pongas de ese modo,
si no vas a consolarme
con tenerme compasión.
No fue sólo por tu culpa
que he perdido todo, todo.
Es que, entonces, yo tenía
un otario corazón

¿Qué decís? ¿Que te engañaron
con un mundo de promesas?
Que volvés arrepentida,
que hoy recién me comprendés.
¡Que querés si se acabaron
tus delirios de grandeza!
Hoy tenés de recompensa
lo que vos te merecés.

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Loca
Música: Manuel Jovés
Letra: Antonio Viergol
Loca me llaman mis amigos,
que sólo son testigos
de mi liviano amor.
Loca,
¿qué saben lo que siento,
ni qué remordimiento
se oculta en mi interior?

Yo tengo, con alegrías,
que disfrazar mi tristeza,
y que hacen de mi cabeza
las pesadillas huir.
Yo tengo que ahogar en vino
la pena que me devora.
Cuando mi corazón llora,
mis labios deben reír.

Yo, si a un hombre lo desprecio,
tengo que fingirle amores;
y admiración, cuando es necio;
y si es cobarde, temores.
Yo que no he pertenecido
al ambiente en que ahora estoy,
he de olvidar lo que he sido
y he de olvidar lo que soy.

Loca me dicen mis amigos,
que sólo son testigos
de mi liviano amor.
Loca,
¿qué saben lo que siento,
ni qué remordimiento
se oculta en mi interior?

Allá muy lejos, muy lejos,
donde el sol cae cada día,
un tranquilo hogar había
y en el hogar unos viejos.
La vida y su encanto era
una muchacha que huyó
sin decirles dónde fuera,
y esa muchacha soy yo.

Hoy no existe ya la casa,
hoy no existen ya los viejos
hoy la muchacha muy lejos,
sufriendo la vida pasa.
Y al caer todos los días
en aquella tierra el sol,
caen con él mis alegrías
y muere mi corazón.

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Los cien barrios porteños
Música: Rodolfo Sciammarella
Letra: Carlos Petit
(recitado)
Yo soy parte de mi pueblo
y le debo lo que soy;
hablo con su mismo verbo
y canto con su misma voz.

He querido rendirle a los barrios
un sincero homenaje de amor
y no encuentro motivo más lindo
que brindárselo en una canción.
Cada uno me trae un recuerdo,
cada uno me da una emoción;
he querido rendirle a los barrios
un sincero homenaje de amor.

Barracas, La Boca, Boedo,
Belgrano, Palermo, Saavedra y Liniers,
Urquiza, Pompeya, Patricios,
San Telmo y Flores,
mi barrio de ayer,
Balvanera, Caballito,
Villa Luro y Montserrat,
Villa Crespo, Almagro y Lugano,
el Retiro y Paternal.

Cien barrios porteños,
cien barrios de amor,
cien barrios metidos
en mi corazón.

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Los cosos de al lao
Música: Marcos Larrosa / José Canet
Letra: Marcos Larrosa / José Canet
Sollozaron los violines,
los fueyes se estremecieron,
y en la noche se perdieron
los acordes de un gotán.
Un botón que toca ronda
pa' no quedarse dormido
y un galán que está escondido
chamuyando en un zaguán.

De pronto se escucha
el rumor de una orquesta,
es que están de fiesta
los cosos de al lao.
¡Ha vuelto la piba
que un día se fuera
cuando no tenía
quince primaveras!
¡Hoy tiene un purrete...
y lo han bautizao!
Por eso es que bailan
los cosos de al lao.

Ya las luces se apagaron,
el barrio se despereza,
la noche con su tristeza
el olivo se ha tomao.
Los obreros rumbo al yugo
como todas las mañanas,
mientras que hablando macanas
pasa un tipo encurdelao.

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Los jazmines de San Ignacio
Música: Enrique Maciel
Letra: Héctor Pedro Blomberg
(canción)
Lindo es el sol de mayo,
tú eres más linda, porteña mala.
El domingo de ramos
en San Ignacio por la mañana,
compré jazmines, jazmines blancos
y al decirle a tu parda
que te los diera,
me miraron las negras
de la recova con cara extraña.

En tus negras pupilas
brilló el lucero de la mañana.
A Carmen, la mulata
de San Francisco, le di una carta
para tus manos, sin decir nada.
Adentro iba un anillo
de oro y de plata.
Y Carmen me la trajo la misma noche,
siempre cerrada.

Se nublaron tus ojos
bajo la sombra de tus pestañas,
y cuando fusilaron
a aquel muchacho allá en la plaza
de la Victoria, vi que llorabas
y que el muerto tenía
jazmines blancos,
esos que yo te enviara,
entre sus manos ensangrentadas.

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Los mareados
Música: Juan Carlos Cobián
Letra: Enrique Cadícamo
Rara..
como encendida
te hallé bebiendo
linda y fatal...
Bebías
y en el fragor del champán,
loca, reías por no llorar...
Pena
Me dio encontrarte
pues al mirarte
yo vi brillar
tus ojos
con un eléctrico ardor,
tus bellos ojos que tanto adoré...

Esta noche, amiga mía,
el alcohol nos ha embriagado...
¡Qué importa que se rían
y nos llamen los mareados!
Cada cual tiene sus penas
y nosotros las tenemos...
Esta noche beberemos
porque ya no volveremos
a vernos más...

Hoy vas a entrar en mi pasado,
en el pasado de mi vida...
Tres cosas lleva mi alma herida:
amor... pesar... dolor...
Hoy vas a entrar en mi pasado
y hoy nuevas sendas tomaremos...
¡Qué grande ha sido nuestro amor!...
Y, sin embargo, ¡ay!,
mirá lo que quedó...

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Los ojos de mi moza
Música: Carlos Gardel
Letra: Alfredo Le Pera
(jota)
Son los ojos de mi moza
como el filo de un puñal,
son los ojos de mi moza
y yo no vivo sin ellos,
Virgencita del Pilar,
sin los ojos de mi moza,
Virgencita del Pilar.

Arroyito de mi aldea,
a ti te puedo contar,
arroyito de mi aldea
que por mi amor hoy la vieron
una lágrima derramar,
una lágrima derramar,
arroyito de mi aldea.

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Los pájaros perdidos
Música: Astor Piazzolla
Letra: Mario Trejo
(canción)
Amo los pájaros perdidos
que vuelven desde el más alla,
a confundirse con un cielo
que nunca más podre recuperar.

Vuelven de nuevo los recuerdos,
las horas jóvenes que di
y desde el mar llega un fantasma
hecho de cosas que amé y perdí.

Todo fue un sueño, un sueño que perdimos,
como perdimos los pájaros y el mar,
un sueño breve y antiguo como el tiempo
que los espejos no pueden reflejar.
Después busqué perderte en tantas otras
y aquella otra y todas eras vos;
por fin logré reconocer cuando un adiós es un adiós,
la soledad me devoró y fuimos dos.

Vuelven los pájaros nocturnos
que vuelan ciegos sobre el mar,
la noche entera es un espejo
que me devuelve tu soledad.

Soy sólo un pájaro perdido
que vuelve desde el más allá
a confundirse con un cielo
que nunca más podré recuperar.

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Luna de arrabal
Música: Julio César Sanders
Letra: Enrique Cadícamo
(vals)
Muchachos, hoy que es noche clara y estival
invito a todos la barriada a recorrer,
hay mucha luz y es que: la luna de arrabal
nos acompaña par las calles como ayer,
es media noche, ella duerme y su balcón
entornado me espera que llegue...
junto al gemir del diapasón
yo quiero alzar sentimental
la serenata de mi amigo el corazón...

Y entonces al oír la introducción
del valsecito criollo y pasional
dormida su belleza angelical
nombrándome, despertará...
Su pecho de emoción ha de latir
sus ojos de otro azul se vestirán
y se pondrá la noche
sus galas embrujados
y tú, mi dulce amada,
temblarás...

Muchachos, vamos que la luna quiere oír
la serenata pintoresca de arrabal...
la noche es tibia, duerme el barrio y es zafir
el cielo lleno de estrellitas de cristal...
¡Muchachos pronto! que es tan bello saludar
a la novia que duerme inocente...
Las dedos en el diapasón
con un "allegro" arrancarán
y entonces mi alma subirá a su balcón...

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Lunes
Música: José Luis Padula
Letra: Francisco García Jiménez
Un catedrático escarba su bolsillo
pa' ver si un níquel le alcanza pa' un completo...
Ayer -¡qué dulce!-, la fija del potrillo;
hoy -¡qué vinagre!-, rompiendo los boletos...
El almanaque nos bate que es lunes,
que se ha acabado la vida bacana,
que viene al humo una nueva semana
con su mistongo programa escorchador.

Rumbeando pa'l taller
va Josefina,
que en la milonga, ayer,
la iba de fina.
La reina del salón
ayer se oyó llamar...
Del trono se bajó
pa'ir a trabajar...
El lungo Pantaleón
ata la chata
de traje fulerón
y en alpargata.
Ayer en el Paddock
jugaba diez y diez...
Hoy va a cargar
carbón al Dique 3.

Piantó el domingo del placer,
bailongo, póker y champán.
Hasta el más seco pudo ser
por diez minutos un bacán.
El triste lunes se asomó,
mi sueño al diablo fue a parar,
la redoblona se cortó
y pa'l laburo hay que rumbear.

Pero, ¿qué importa que en este monte criollo
hoy muestre un lunes en puerta el almanaque?
Si en esa carta caímos en el hoyo,
ya ha de venir un domingo que nos saque.
No hay mal, muchachos, que dure cien años
y ligaremos también un bizcocho...
A lo mejor acertamos las ocho
¡y quién te ataja ese día, corazón!...

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Línea nueve
Música: Edmundo Rivero
Letra: Carlos De La Púa
Era un boncha boleao, un chacarero,
que se tomo aquel nueve en el Retiro;
nunca vieron esparos y lanceros
un gil al acuarela más a tiro.

Era polenta el bobo y la marroca,
y la empiedrada, fule berretín;
de grilos la cashimba daba boca,
y le orejeba un poco el chiquilín.

El ropaes que acusa este laburo
trabajó despacito, de culata,
pero el lancero laburó de apuro,
y de gil casi va y mete la pata.

Era un bondi de línea requemada,
con guardia batidor, cara de rope;
si no saltó cabrón por la mancada
fue de chele nomas, de puro miope.
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