Letras de tango
En blanco y negro
Música: Néstor Feria
Letra: Fernán Silva Valdés
(milonga)
Tuve tropilla “de un pelo”
yo también como el mejor;
tropilla de pelo oscuro,
“mismito” como el dolor.
Oscuro como mis penas,
oscura como mi suerte;
en el pago la llamaban
la tropilla de la Muerte.

Cuatro pingos todos negros,
justo como pa' un entierro;
cuatro pingos todos negros,
como pa' cinchar un muerto.
Mas todos en su negrura
tenían su pinta clara,
como una estrella en la noche,
como el lucero en el alba.

Uno tenía “el pico blanco”,
otro las manos “vendada”,
otro, una “estrella” en la frente
como manchao de esperanza,
otro, con un lunarejo
mismo en el medio del anca,
como llevando pa' siempre
enancada una “luz mala”.

Vos china, sos negra de alma,
negra como mis caballos;
bien oscurita por dentro
y con el cuerpo bien blanco...
Blanco tu cuerpo y oscura
como mis pingos, tu alma,
parecés de mi tropilla,
¡perdoná la "comparancia"!...

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En carne propia
Música: Manuel Sucher
Letra: Carlos Bahr
Me has herido
y la sangre de esa herida
goteará sobre tu vida, sin cesar.
Algún día
sentirás en carne propia
la crueldad con que hoy me azota
tu impiedad...
Y es posible que la mano que te hiera,
vengadora o justiciera, por tu mal
te devuelva
golpe a golpe el sufrimiento,
cuando estés en el momento
en que el golpe duele más.

En carne propia
sentirás la angustia sorda
de saber que aquél que amaste más,
es quien te hiere...
Será inútil
que supliques por la gracia del perdón.
Será en vano
que pretendas esquivarte del dolor.
Porque algún día,
con la misma ruin moneda,
con que pagan los que pagan mal,
te pagarán.

De rodillas
te hincarás rogando al cielo,
cuando sientas todo el peso del dolor.
Tu amargura
Será enorme y sin remedio,
cuando pagues con el precio de tu horror...
De rodillas llorarás en la agonía
de tu noche enloquecida, sin perdón...
Y en la angustia
de tu cruel remordimiento,
pasarás por el infierno
que por ti he pasado yo.

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En esta tarde gris
Música: Mariano Mores
Letra: José María Contursi
¡Qué ganas de llorar en esta tarde gris!
En su repiquetear la lluvia habla de ti...
Remordimiento de saber
que por mi culpa, nunca,
vida, nunca te veré.
Mis ojos al cerrar te ven igual que ayer,
temblando, al implorar de nuevo mi querer...
¡Y hoy es tu voz que vuelve a mí
en esta tarde gris!

Ven
—triste me decías–,
que en esta soledad
no puede más el alma mía...
Ven
y apiádate de mi dolor,
que estoy cansada de llorarte,
sufrir y esperarte
y hablar siempre a solas
con mi corazón.
Ven,
pues te quiero tanto,
que si no vienes hoy
voy a quedar ahogada en llanto...
No,
no puede ser que viva así,
con este amor clavado en mí
como una maldición.

No supe comprender tu desesperación
y alegre me alejé en alas de otro amor...
¡Qué solo y triste me encontré
cuando me vi tan lejos
y mi engaño comprobé!
Mis ojos al cerrar te ven igual que ayer,
temblando, al implorar de nuevo mi querer...
¡Y hoy es tu voz que sangra en mí,
en esta tarde gris!

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En la vía
Música: Nicolás Vaccaro
Letra: Eduardo Escaris Méndez
A ver, che, mocito, portame cigarros...
Y ensille ese vaso de nuevo, otra vez,
que yo no me sumo con esos otarios
que chupan de bronca, llorando después.
Yo tomo el ricino sin pena ni agravio,
que, al fin, a un disgusto lo mata un placer...
¡A qué andar con vueltas, si es largo el rosario,
cortado al despecho por una mujer!

Y, si llegase a añorarla
porque, al final, la he querido,
no he de arrumbarme, abatido,
en un rincón del café,
ni he de sacar un pañuelo
para llevarlo a mis ojos,
no he de llorar como un flojo
porque en la vía quedé.

¿Se fue? ¡Mala suerte! Café y pan criollo...
¡Qué tanto merengue: "Que vuelva la infiel"!...
Si aquel que se arruga pidiendo socorro
no es hombre ni tiene vergüenza con él...
¡Qué adiós, bulincito! ¡Qué adiós, aliviada!
¡El paco'e valerios, todo a ganador!
¡Paciencia, compadre! ¡No escupa la estrada!
De vuelta al convento, no pase calor.

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Enfundá la mandolina
Música: Francisco Pracánico
Letra: José Zubiría Mansilla
Sosegate que ya es tiempo de archivar tus ilusiones,
dedicate a balconearla que pa' vos ya se acabó
y es muy triste eso de verte esperando a la fulana
con la pinta de un mateo desalquilado y tristón.
No hay que hacerle, ya estás viejo, se acabaron los programas
y hacés gracia con tus locos berretines de gavión.
Ni te miran las muchachas y si alguna a vos te habla
es pa' pedirte un consejo de baqueano en el amor.

Qué querés, Cipriano,
ya no das más jugo.
Son cincuenta abriles
que encima llevás.
Junto con el pelo
que fugó del mate
se te fue la pinta
que no vuelve más.

Dejá las pebetas
para los muchachos,
esos platos fuertes
no son para vos.
Piantá del sereno,
andate a la cama
que después, mañana,
andás con la tos.

Enfundá la mandolina, ya no estás pa'serenatas,
te aconseja la minusa que tenés en el bulín,
dibujándote en la boca la atrevida cruz pagana
con la punta perfumada de su lápiz de carmín...
Han caído tus acciones en la rueda de grisetas
y al compás del almanaque se deshoja tu ilusión,
y ya todo te convida pa'ganar cuartel de invierno
junto al tuego del recuerdo a la sombra de un rincón.

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Equipaje
Música: Héctor Artola
Letra: Carlos Bahr
Mucho llevo y más no quiero
ya completan mi equipaje,
un amor color de cielo
y un rencor color de sangre.
Un sobrante de ternura
que no tuvo en quien quedarse
y un dolor que por constante
no me quiso abandonar.

Ya es muy pesado para quien no tiene
ni un canto amigo que achique penas,
ni una sonrisa que en la tarde espere,
ni una esperanza de llegar de vuelta.
Sería mas fácil caminar si en mi equipaje,
llevara un resto de ilusión, un sueño.
Pero tus manos, sin piedad, rompieron
todos los sueños de mi corazón.

Triste carga la que llevo,
por la vida, calle abajo.
Lastre inútil de recuerdos,
beso amargo de un fracaso.
El dolor de cien empeños
deshojados en mi mano.
Y este torpe pensamiento
que me empuja hacia el rencor.

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Ese muchacho Troilo
Música: Enrique Francini
Letra: Homero Expósito
Ese muchacho Troilo...
Como el fueye que duele como él,
y su gran juventud hecha de arrugas...
Parece un corazón latiendo en las rodillas...

Ese muchacho Troilo...
Para mí que lo hicieron en mi casa
como el pan que la vieja siempre dio,
¡le sobra tanto amor que rompe los bolsillos!

¿Para qué volver a investigar
la bola de cristal, si ya aprendió a vivir?
Y entendió que hay madres que se van,
amigos que no están
y niños que se mueren sin juguetes...

Por eso el gordo Troilo
tiene tantos pecados con razón,
que al lado de Jesús y al lado del ladrón
también ganó su cruz de angustias y de alcohol...

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Esquinas porteñas
Música: Sebastián Piana
Letra: Homero Manzi
(vals)
Esquina de barrio porteño
te pintan los muros la luna y el sol.
Te lloran las lluvias de invierno
en las acuarelas de mi evocación.
Treinta lunas conocen mi herida
y cien callecitas nos vieron pasar.
Se cruzaron tu vida y mi vida,
tomaste la senda que no vuelve más.

Calles, donde la vida mansa
perdió las esperanzas,
la pasión y la fe.
Calles, si sé que ya está muerta,
golpeando en cada puerta
por qué la buscaré.
Callecitas, sombreadas de poesía,
nos vieron ir un día
felices los dos.
Compañera del sol y las estrellas,
se fue la tarde aquella
camino de Dios.

Los vientos murmuran mi pena.
Las sombras me dicen que ya se marchó.
Y escrito en las noches serenas
encuentro su nombre como una obsesión.
Esquinita de barrio porteño,
con muros pintados de luna y de sol,
que al llorar con tus lluvias de invierno
manchás el paisaje de mi evocación.

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Esta noche
Música: Carlos Marcucci
Letra: Lito Bayardo
Esta noche,
mejor dicho cuando llegue medianoche,
mis amigos,
yo festejo la tristeza de mi alma.
Brindaremos
por la dueña de los ojos más hermosos,
por mi vida... por mis sueños...
porque quiero ahogar los sueños de mi vida sin amor.

Yo no quiero recordarla.
¿Para qué voy a llorarla
si ya todo lo he perdido?
Esto digo muchas veces
pero entonces se aparece
frente a mí, como un castigo.
Y me mira desde el fondo de una sombra
y me vence... porque el alma me la nombra.
¿Cómo quieren, mis amigos,
que la arranque de mi vida
si no la puedo olvidar?

Muchos años
a su lado yo viví para quererla
y bastaron
unas horas nada más para perderla.
Ya no tengo ni una lágrima de amor... y son testigos
que esta noche, mis amigos,
vengo a ahogar en unas copas a mi vida sin amor.

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Esta noche me emborracho
Música: Enrique Santos Discépolo
Letra: Enrique Santos Discépolo
Sola, fané, descangayada,
la vi esta madrugada
salir de un cabaret;
flaca, dos cuartas de cogote
y una percha en el escote
bajo la nuez;
chueca, vestida de pebeta,
teñida y coqueteando
su desnudez...
Parecía un gallo desplumao,
mostrando al compadrear
el cuero picoteao...
Yo que sé cuando no aguanto más
al verla, así, rajé,
pa' no yorar.

¡Y pensar que hace diez años,
fue mi locura!
¡Que llegué hasta la traición
por su hermosura!...
Que esto que hoy es un cascajo
fue la dulce metedura
donde yo perdí el honor;
que chiflao por su belleza
le quité el pan a la vieja,
me hice ruin y pechador...
Que quedé sin un amigo,
que viví de mala fe,
que me tuvo de rodillas,
sin moral, hecho un mendigo,
cuando se fue.

Nunca soñé que la vería
en un "requiscat in pace"
tan cruel como el de hoy.
¡Mire, si no es pa' suicidarse
que por ese cachivache
sea lo que soy!...
Fiera venganza la del tiempo,
que le hace ver deshecho
lo que uno amó...
Este encuentro me ha hecho tanto mal,
que si lo pienso más
termino envenenao.
Esta noche me emborracho bien,
me mamo, ¡bien mamao!,
pa' no pensar.

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Estampa tanguera
Música: Anselmo Aieta
Letra: Reinaldo Yiso
Temblaron las glicinas, los músicos callaron
y aquel baile de patio de pronto enmudeció.
Una mujer vencida llegando hasta su hombre
con voz entrecortada de esta manera habló:
No vengo a reprocharte tu ausencia de mi nido,
ni a suplicar cariño, lo nuestro terminó.
Yo vine por tu hijo, por si llegás a tiempo,
el pibe se nos marcha camino del Señor.

El pibe, nuestro hijo se nos muere
vos sabés como te quiere
y llorando me pidió:
Decile, decile que yo lo llamo,
que tengo frías las manos
y en el pecho mucha tos.
El pibe se ha quedado con tu madre,
por favor, no llegués tarde,
si aún querés darle el adiós.
Te espera, sólo vine para eso,
corré pronto a darle un beso,
¡si aún te queda corazón!

Del brazo de la otra se desprendió el malevo
y el patio de ladrillos temblando lo cruzó,
y esa mujer vencida, sin fuerzas, vacilante,
se fue tras de sus pasos, soltando un lagrimón.
Se oyó "La cumparsita", el tango de los tangos,
tras una nube negra la luna se ocultó
y fue la vez primera que en ese viejo patio
mientras lloraba un tango ninguno lo bailó.

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Estrella
Música: Marcelino Hernández / Roberto Cassinelli
Letra: Roberto Cassinelli / Marcelino Hernández
Era una calle de barrio pobre,
y en una casa con un zaguán;
una muchacha vivía entonces,
de la que todos tenían que hablar.
Una muchacha que, noche a noche,
dejaba el barrio para volver;
cuando la aurora de cobre y bronce
mezclaba el sueño con el taller.

Aquella...
de la que todos hablaban
porque siempre la encontraban
al volver de madrugada...
Aquella...
con un poema de amargura
contenido en la dulzura
del azul de su mirada...
Estrella ...
De esperanzas y de olvido
bajo el cielo amanecido
con mentiras y champán...
Estrella...
Todos, todos los que hablaron
una noche la lloraron
en la casa del zaguán.

Recién entonces la hicieron buena
y se llenaron de compasión...
Para la vida que hacía "aquella"
hasta encontraron una razón.
Y confesaron, quien más, quien menos,
que se pudieron equivocar;
y como siempre, el barrio entero,
recién entonces dejó de hablar.

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Estudiante
Música: Carlos Gardel
Letra: Alfredo Le Pera / Mario Battistella
Muchachita de mi barrio
de la cita callejera
que ya nunca volverá.
Melancolía
del recordar.
Era en la calle maleva una flor,
linda como mañanita de sol,
y yo un estudiante
soñador y amante,
que no pensó
que aquel romance
terminaría.

Ahora que anochece ya en mi corazón,
vuelve el perfume de aquella ilusión.
Sueño con la luz de un claro mirar,
alma a quien lloro al nombrar.

En los años de mi infancia
fue el ensueño más hermoso
que mi mente ambicionó,
como a una diosa
la amaba yo.

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